viernes, 30 de septiembre de 2016

PROBIDAD SIN DUDAS: ALCALDE BERTÍN

La política se hace no a cualquier precio ni utilizando cualquier arma, de otra forma se menosprecia a la sociedad que se pretende representar.
En periodo de elecciones habitualmente afloran prácticas que revelan la cuantía moral y ética de las personas que las realizan.

¿Existe alguna duda que hoy en Osorno se ha sembrado un manto de duda sobre la figura del Alcalde Bertín y en beneficio del candidato que lo ha realizado?

Mentir, mentir que algo queda es una antigua regla que de cierta manera siempre se cumplía, pero hoy con una sociedad más informada, con más experiencia lo más probable es que se revierta como boomerang a sus ideólogos, fieles exponentes de métodos usados en tiempos pasados.

Se expone maliciosamente a la opinión pública a la confusión y al engaño, al plantear dudas, que nunca confirman -porque no tienen el valor para hacerlo- sobre Jaime Bertín Valenzuela.

Todos sabemos cómo se llama aquel que lanza ataques escondiendo su responsabilidad en frases preconcebidas, o pretendiendo utilizar incluso a la Contraloría, para dar visos de verdad a presunciones que sólo pueden estar en las mentes de quienes las señalan.

Jaime Bertín ha sido un gran y eficiente Alcalde para Osorno, el mejor que hubiésemos podido tener y que tendremos en el futuro próximo. Esta es una verdad indesmentible al constatar la obra que bajo su conducción se ha realizado en estos pocos años.

Nadie se merece ser expuesto de esta manera, menos alguien que ha dado tanto por nuestra tierra y sus personas.
Jaime Bertín es un hombre cuyos sueños y propuestas, van más allá de la punta de sus zapatos, horizonte que nunca superarán sus detractores. 

Porque no sólo hay que tener el entusiasmo para hacer las cosas, sino que el conocimiento y la fortaleza para sobreponerse a las zancadillas.

Para ganarle habrá que tener un voto más, aprovecho de contarles, para que no sigan invirtiendo tiempo en denostar a las persona y envilecer las elecciones.

Los que nunca han producido para sí más que una remuneración pagada por el Estado o por algún diputado, como es el caso del candidato Bello, nunca podrán entender la dinámica de los negocios, de las empresas, del esfuerzo privado. 

Por eso le causa sorpresa, admiración y duda ver el éxito de otros. 
No entiende que cuando existe trabajo, esfuerzo y perseverancia se obtienen invariablemente resultados, y estos no tienen que ver siempre con la corrupción a la que lamentablemente nos quieren acostumbrar los políticos de esta clase.

Juzgar a los demás pensando en su propia condición es propio de quienes tiene un alma pobre y un espíritu débil. Es llevar la pelea a un ámbito abyecto, oscuro, donde seguramente se sentirán más cómodos y los códigos o su ausencia, les serán más propicios. 

La política se hace no a cualquier precio ni utilizando cualquier arma, de otra forma se menosprecia a la sociedad que se pretende representar. 

Siempre quienes lo han intentado no han traído más que dolor y falso rédito, y nunca han prosperado en tan innoble afán. 

Prueba de ello es el propio asesinato cruel y estúpido del Senador Jaime Guzmán Errázuriz. 

Sería bueno que alguien se lo cuente al postulante Bello. 

GOBERNADOR REGIONAL: AMAGO DE DESCENTRALIZACIÓN

"Yo creo en las regiones y en la descentralización como un elemento fundamental de desarrollo armónico… no sólo vamos a avanzar en la reforma constitucional sobre elección de intendentes, sino también en la ley que permita que, efectivamente, en noviembre del 2017 se elijan por votación popular los jefes de los gobiernos regionales". Michelle Bachelet, Diciembre 3 de 2015.
Nuevamente la ciudadanía es lo menos importante para quienes administran el poder en el país, y cuando menciono la palabra poder, hago referencia al económico y político, ya que claramente intentar diferenciar uno del otro resulta prácticamente imposible.


Ahí está la Ley de Pesca. 
Indesmentible prueba de la concertación entre política e intereses empresariales. 
Para ser más precisos: entre malos empresarios y malos políticos, pues justo es reconocer de que ambas actividades son en esencia, honorables e imprescindibles en una sociedad moderna.

Todo este preámbulo, para tener que comentar ante ustedes la desazón que me produce al analizar el actual proyecto de ley de reforma constitucional que crea la figura del Gobernador Regional.

Si uno de ustedes se creó expectativas con la creación de esta nueva autoridad electa democráticamente, más vale que vaya tomando asiento y lea con atención este comentario.

La actual discusión que se lleva en el Senado que busca avanzar en el proceso de descentralización del país, con la creación del órgano elegido que reemplazará a la actual figura designada del Intendente, se ha entrampado en un problema de fondo, aunque se esmeren en negociaciones de último minuto, porque es claro que no existe la convicción real en muchos senadores de entregar verdadero poder a las regiones.

El gobierno está proponiendo una figura casi decorativa. 

Un gomero que podrá ser instalado en cualquier rincón del edificio y cuyas decisiones serán irrelevantes.

Sin poder efectivo de decisión, sin autonomía presupuestaria, dependiente del poder central en el sentido que tendrá que lidiar con ministerios para poder reorientar políticas públicas que considere necesarias para el desarrollo regional, y para colmo, con un verdadero Tutor que es una figura que reemplazará a los actuales gobernadores provinciales.

El nuevo cargo de Secretario Regional Presidencial o Delegado Presidencial, funcionario designado a dedo por la Presidenta de la República y sus partidos políticos, y cuya función podríamos resumirla, como la piedra en el zapato de la mentada nueva autoridad regional.

O sea, una autoridad política delegada sin haber ganado un voto, estará en la practica, por sobre la autoridad elegida democráticamente por los ciudadanos de la región.

Nuevamente se dilapida una oportunidad de oro para descentralizar y democratizar verdaderamente al país.

Se juega con la buena fe de la ciudadanía que no ve la letra chica, y que en este caso podría tapar al Morro de Arica, pues desde la confianza cree que ahora sí, su voto vale.

Entregar el poder es siempre una disyuntiva para quien lo ejerce con inusitada fuerza institucional, como es el caso del Presidente de la República, y sin los contrapesos debidos pues el Congreso continua adoleciendo de eficacia en su rol colegislador y fiscalizador.

Raya para la suma, el principal cargo de la región, ese en el cual hay ya hasta inscritos o que han hechos su reserva, tendrá menos peso que un paquete de cabritas, si es que no se le entregan verdaderas facultades, atribuciones y la potestad debida, para ejercer las importantes funciones a las que está llamado.

A contrario sensu, la figura de este Secretario Regional Presidencial, designado desde Santiago, mantendrá el control completo, será el poder detrás del trono o el regente dueño de las llaves.

A partir de ahora, explicaciones habrá por montones pero la verdad seguirá siendo la misma: el Gobernador Regional así como están las cosas, será un Rey sin Corona.

TIEMPOS ELECTORALES, TIEMPOS DE CAMBIO

Yo soy un convencido de que estos tiempos de cambios ofrecen una oportunidad como nunca antes, para que florezcan nuevas propuestas, liderazgos y formas de hacer política.
Coincido con el análisis sobre las elecciones municipales que se realizarán en 30 días más, y que ha realizado el cientista político, Claudio Fuentes en el periódico electrónico El Mostrador.cl

En una crónica muy interesante, Fuentes anticipa algunos hechos que sin duda marcarán una etapa política en el país:

Primero: que la baja participación electoral que se presume ocurrirá, beneficiará principalmente a los partidos políticos tradicionales, los mismos que han gobernado los últimos 26 años. Esto porque la tasa de nuevos electores, principalmente jóvenes, y un fuerte contingente de ciudadanos desencantados con la política, no concurrirán a votar haciendo uso de un legítimo derecho, pero dejando espacio para que militantes y simpatizantes de la Nueva Mayoría y Chile Vamos -más organizados y disciplinados- voten mayoritariamente, eligiendo a sus candidatos en desmedro de nuevas caras, de independientes o de liderazgos emergentes.

Segundo: que la renovada ley electoral plantea una desventaja objetiva para los candidatos que compiten contra el establishment, es decir, contra Alcaldes y Concejales en ejercicio, y contra los partidos con mayor financiamiento y tradición electorera.
Las restricciones al financiamiento y a la publicidad contenidas en la ley, se convierten en ventajas inalcanzables para quienes ejercen el rol de autoridades municipales y para los partidos mayoritarios, que con sus sospechosos e inflados listados de militantes, son capaces de exigir del Estado, cuantiosas devoluciones económicas.
En su momento, las limitaciones a la publicidad y al financiamiento fueron presentados como verdaderas pruebas del arrepentimiento de los partidos políticos comprometidos con hechos de corrupción, pero la verdad es que venía con la trampita, pues más que nivelar la cancha hicieron todo lo contrario
El esfuerzo que tiene que hacer un candidato independiente o de un partido pequeño o nuevo, versus el esfuerzo de un candidato de la UDI, de la DC, del PPD o del Socialismo, sólo por nombrar a algunos, no es el mismo.

Tercero: que estas elecciones municipales se convierten en aquellas con mayor cantidad de partidos políticos en competencia –más de 30 en todo el país- asegurando con ello una alta dispersión en los votos. Y acá, nuestra Arica nuevamente será una de las ciudades donde este fenómenos se presentará de forma clara, con 11 candidatos a Alcalde y 104 a concejales, lo que nos deja en el Top 3 de las comunas con más candidatos.
Tener más candidatos peleando por el mismo puesto no hace aumentar las posibilidades de elegir uno bueno, o de una señal de que la democracia se profundiza. Lo único claro es que quien salga electo Alcalde o Concejal tendrá una baja legitimación ante un electorado altamente dividido.

En lo que no estoy de acuerdo con el artículo que comentamos, es cuando se concluye que los partidos políticos pequeños o nuevos no tienen posibilidad real de competir con las grandes fuerzas políticas.

Yo soy un convencido de que estos tiempos de cambios ofrecen una oportunidad como nunca antes, para que florezcan nuevas propuestas, liderazgos y formas de hacer política.

Total que el destino es una página en blanco que se escribirá en el momento justo, ni antes ni después.

ENCUESTA CASEN: RADIOGRAFÍA DE UN PROBLEMA


el ingreso familiar promedio aumentó en los últimos tres años en sólo 13 mil pesos
Era bastante sospechoso que a casi un año de realizada la encuesta CASEN, el gobierno mantuviera sus resultados en reserva. 
La verdad es que desde hace un tiempo, sospecha es la palabra adecuada para expresar las dudas que tenemos todos los chilenos respecto del actuar del gobierno, y de muchos políticos o de aspirantes a serlo.

¿Pero qué es la encuesta CASEN y por qué debemos prestarle atención?

Es un instrumento de medición estadística que busca describir, o caracterizar como su nombre lo indica, el desarrollo social y económico en el país, en períodos de tiempo determinados de manera de poder comparar un bienio respecto al anterior. 
De esta manera, una política implementada por el gobierno militar desde 1987, es hoy usada y explicada por el ministro comunista a cargo del ministerio de desarrollo social.

Para la anécdota quedará la relatividad de los principios revolucionarios, esos los comentaremos otro día.

En definitiva la encuesta CASEN, mide la eficacia de las políticas públicas y la gestión con las que los encargados de ejecutarlas, en este caso el gobierno de la presidenta Bachelet, cumple las metas autoimpuestas, especialmente aquellas que guardan relación con la lucha contra la pobreza, una maratón eterna donde pareciera que alguien nos va corriendo la meta.

Y bueno, para deleite de los mal pensados, esta tardanza en entregar las cifras no fue casualidad.

Refleja la actitud de un Ministerio de Desarrollo Social que nos niega la posibilidad cierta de comparar objetiva y de manera oportuna esta medición del 2015, con la del año 2013, y todas las anteriores, pues la fotografía que sacaron, ya tiene 1 año de retraso.

Paso a explicarme.

Desde que se tomaron los datos de la encuesta, todos los indicadores relacionados se han deteriorado, lo que en mi opinión pone en serio cuestionamiento la afirmación de Barraza el ministro, quien señaló que el escuálido 2,2% de reducción de la pobreza, marcaba una “tendencia” positiva en el camino correcto.

Con razón la Universidad Arcis cuya directiva el integró, terminó quebrada, con sueldos impagos y con cientos de alumnos tomándose la sede del partido comunista en Santiago. Al ministro le resultan los números pero le falla la interpretación… es como el artista que canta bien pero se oye mal.

Lo que no señaló el gobierno, es que si seguimos por este camino la derrota a la pobreza nos llevará 200 años más.
No puede haber camino correcto cuando las cifras de desempleo aumentan y no disminuyen. 
Cuando el gasto fiscal aumenta como lo ha hecho, como medida de reactivación económica.

No puede haber camino correcto cuando el país apenas crece de tal suerte que la discusión entre economistas es hoy si entraremos o no en Recesión técnica, lo que sería la guinda de este pastel.

De qué camino positivo habla este ministro cuando la misma encuesta señala que los más pobres de este país recibieron en los últimos tres año menos subsidios del Estado y al revés, los ingresos iguales y superiores a 1 millón 200 mil pesos mensuales recibieron mas subsidios que en los últimos 10 años. 

O sea, estamos frente a una administración que ni siquiera es capaz de gestionar bien el discurso.

Cuando el ingreso familiar promedio aumentó en los últimos tres años en sólo 13 mil pesos, tenemos no sólo el derecho a reclamar sino la obligación de decir basta, porque con tasas de crecimiento siempre decrecientes, el país, en materia económica y de derechos sociales, al menos, involuciona.

Yo creo que el ministro Marcos Barraza es ateo o sordo, porque de otra forma entendería que la voz del pueblo es la voz de Dios.

sábado, 17 de septiembre de 2016

EL DERECHO A LA VIDA

¿Qué ve usted en esta imagen? o ¿Qué quiere ver usted?
El Derecho a la Vida no necesita del Estado, es anterior y superior a este.
En Chile, el Derecho a la Vida dejó de depender de las votaciones en el año 2003, con la derogación de la pena de muerte firmada por el ex Presidente don Ricardo Lagos Escobar.

A esa fecha, la pena capital era dictada como sentencia para crímenes calificados, luego de rigurosos procedimientos judiciales, donde finalmente actuaba el pleno de la Corte Suprema por mayoría absoluta de votos.

Este órgano colegiado tenía la potestad que el Estado le concedió por más de cien años, para acabar legalmente con la vida.

Desde 1875, en Chile la muerte era cuestión de delincuentes y de tribunales. Fueron 58 personas condenadas que murieron por aplicación de la ley.
Pero como todas las cosas, las perspectivas van cambiando, la sociedad evolucionando y las convicciones madurando, ya sea por el simple paso del tiempo o por el aprendizaje de los pueblos.

Algo así le pasó al país.
Los crímenes de Estado cometidos en dictadura, terminaron por convencer que el Derecho a la Vida no era Relativo sino que era un Derecho Absoluto.
Que el Derecho a la Vida era anterior y superior al Derecho que tiene el propio Estado para establecer penas y organizar a la sociedad.

Yo mismo en esos años era un firme partidario de la pena de muerte.

Entendía el Derecho y el deber del Estado en proteger a la comunidad, infringiendo el mayor de los castigos que este podía obrar.
Así la pena de muerte, es un mal necesario para hacer el bien obligatorio, al que esta llamado el propio aparato del Estado.
Significaba también, pagar con la misma moneda a quienes cometiendo un crimen calificado, no tenían posibilidad de ser redimidos.

Pero en algún momento y para bien, cambió esa convicción, esa forma de mirar la vida.
Comprendí que nadie, menos el Estado, tiene el Derecho a decidir sobre la Vida de la persona humana.

Que nadie, ni siquiera una ley, un tribunal o un grupo de parlamentarios, puede erguirse con la potestad para ir más allá de lo que la propia moral permite.

Que la Vida no se resuelve, no se determina porque no lo requiere, de una mayoría de votos circunstancial.

Sí, puesto que los mismos que hoy votan por la muerte de inocentes, no hace mucho -yo los vi, todos los vimos- reclamaban y marchaban por el respeto al principal de los Derechos Humanos.

Porque el Derecho a la vida, la vida misma, es superior al querer ajeno.
La vida es una acción de la naturaleza, anterior a todo ordenamiento jurídico –por tanto al mismo Estado-  y que no requiere de este más que su reconocimiento, promoción, respeto y amparo.

Hasta el año de su derogación por parte del Presidente Lagos, entre los condenados a muerte hubo 29 personas sentenciadas por robo con homicidio, 24 condenados a muerte por homicidio calificado, 1 condenado a muerte por asalto con homicidio, 1 condenado a muerte por homicidio con incendio, y 3 condenados a muerte, por homicidio con violación.

Hace unos días, tres Senadores de la República abrieron las puertas para condenar a bebés en gestación a la Pena de Muerte, y reconozco que por más que me he esforzado estos días, me cuesta entender cúal de los delitos descritos anteriormente, cometieron estos nuevos condenados a la pena capital.

Ellos, los bebés en gestación, han sido condenados por medio de una votación circunstancial, solamente por existir, un Derecho que hasta hoy habíamos respetado, protegido y amparado, porque habíamos constatados como país, que no se puede más que respetar la Dignidad de la persona humana.

INMIGRANTES EN CHILE

Nuestro país no le cierra las puertas a nadie que venga a forjar un mejor destino,
que quiera protegerse de la injusticia
Chile se ha construido sobre la base de población inmigrante.

Para el que no lo sepa o quiera negarlo, bueno es que se vaya enterando que el actual fenómeno migratorio, que desde el punto de vista demográfico es aún irrelevante, es el que ha prevalecido en la conformación de nuestra nación.
Y en el de la mayoría a decir verdad.

Desde épocas inmemoriales, los habitantes de nuestro territorio fueron llegando y asentándose.

Desplazando en un principio a las antiguas poblaciones como el caso de los mapuches, indígenas provenientes de Argentina, o bien integrándose en distintas formas o grados, como lo hicieron los quechuas, en pleno esplendor de la expansión del Incanato.
Resulta que ahora, hasta serían hasta los verdaderos fundadores de lo que luego se conoció como Santiago, capital de la República.

En el caso de la población negra o afrodescendiente -que es una manera siútica de referirse a una población en todo sentido originaria-, durante décadas nuestra sociedad negó su existencia.

Siempre fuimos una nación de hombres blancos, descendientes de españoles europeos,  manida versión que replicaban sin pensar en las calles, en las escuelas y en los libros de historia, escritos hasta bien avanzada la década de los setenta, por historiadores hispanófilos o al servicio de alguna institución interesada.

De esta manera invisibilizamos una característica que nos ha acompañado todo nuestro pasado y nos encaminará hacia el futuro: somos una Nación, una República, un País, mestizo, y así ha quedado demostrado por la ciencia y por la historiografía moderna que dan cuenta de ello.

Hace algunos años viajamos con un grupo de ariqueños de tomo y lomo, a Ascoli Piceno, una tradicional ciudad italiana situada en las faldas de los Apeninos.

Entre tanta palabra de cortesía frente al Alcalde y conspicuos italianos, cometí la grave falta para algunos, de señalar que nuestra población era en un 98% mestiza: mapuches, alemanes, aymaras, españoles, negros, croatas, chinos, pascuenses y un cuánto hay, de nacionalidades que en distintas épocas y por distintas causas, se han arraigado en Chile formando nuestra sociedad actual.

Por supuesto que me gané los aplausos de la audiencia europea, siempre gustosa de un safari por el mundo, y las pifias de nuestra delegación de ariqueños autóctonos y sin espejo, todos ofendidos hasta la medula con aquella afirmación.

Así somos o así nos comportamos muchas veces, y la verdad es que da entre risa y pena.

Hemos construido una sociedad que intenta ignorar su esencia, que intenta esconder sus raíces, que busca diferenciarse de todo aquel que no se parece a los comerciales de almacenes parís o de ripley.

Es cierto que hoy día nos sentimos algo invadidos por los nuevos inmigrantes.
Su presencia no pasa inadvertida, menos la de los malos elementos, aquellos que acá en Chile o allá en París, cometen fechorías, delitos y sinverguenzuras.

Para delincuentes, trúhanes y mafiosos, tenemos a los chilenos, y siempre, hay que privilegiar al producto nacional.

Pero son una minoría los que llegan a nuestra tierra a delinquir, por tanto, más que un prejuicio suena más bien a la excusa para justificar nuestra xenofobia.

Bienvenidos todos ellos.
Nuestro país no le cierra las puertas a nadie que venga a forjar un mejor destino, que quiera protegerse de la injusticia, que quiera amparar a sus hijos en un país que se diferencia para bien, de muchos en el mundo.

Ese debería ser el único discurso y el único planteamiento de un país que canta orgulloso, que seremos siempre el Asilo contra la Opresión, y en el que, él que no tiene de Inca tiene de Mandinga.